¿Qué hacer contra el acoso?

Laura Aguirre | 01/03/2020

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Nuestro primer Coloquio de Brujas fue un intercambio de ideas y propuestas para pensar en formas de resistir al acoso y a las agresiones sexuales. Fue conducido por Tania Pleitez, literata y académica salvadoreña, y Laura Aguirre, fundadora de Alharaca.

El 31 de enero a las 7 p.m (hora El Salvador/México) llevamos a cabo nuestro primer Coloquio de brujas, un conversatorio online en el que intercambiamos ideas y propuestas al mismo tiempo que imaginamos soluciones alrededor de temas que nos afectan a todes, pero en especial a las mujeres y personas de la diversidad. Lo inauguramos con una plática sobre acoso sexual y qué podemos hacer contra esta práctica. Lo moderó Tania Pleitez, literata y académica salvadoreña, que reside en Barcelona. 

La conversación inició con la puesta en común de la motivación y objetivos detrás de este primer coloquio: la socialización del documento “Principios y líneas generales de actuación contra la agresiones y acosos sexuales en espacios literarios y artísticos centroamericanos” como base para discutir opciones, tanto dentro de los sistemas penales como fuera de ellos, y luchar por la eliminación del acoso sexual a las mujeres.

Los propuestas principales de respuesta a la pregunta guía, ¿Qué hacer contra al acoso?, fueron:  

  • El estado de derecho y el sistema penal son una vía necesaria en el proceso de lucha contra el acoso sexual, pero no puede ser la única opción para las personas agredidas.
  • La tipificación penal de acoso sexual es un gran avance en el búsqueda de reparación y acceso a la justicia, pero no es suficiente una definición legal, pues hay conductas que significarán acoso para algunas mujeres, aunque no estén reconocidas dentro de la definición penal. 
  • Es necesaria la visibilización de los matices y conductas que no necesariamente son evidentes, como el acoso y maltrato psicológicos; sus consecuencias y los impactos a mediano y largo plazo en las víctimas y sus círculos más cercanos. 
  • La importancia del acompañamiento a las personas agredidas, no solo el psicológico, sino también otro tipo de acciones que trasciendan las fisuras o diferencias que puedan haber entre los grupos de mujeres. 
  • Son necesarios los protocolos contra el acoso como medidas de respuesta, pero también de prevención, para ir estableciendo una manera de cambiar las conductas y dejar de normalizar la violencia. 
  • Los diálogos entre hombres y mujeres son necesarios, pero también los hombres deben hablar entre ellos, revisar los modelos de masculinidad y asumir responsabilidad en el cambio de paradigmas de conducta y roles de género. 

Descargar principios y lineamientos generales contra los acosos sexuales

Para escuchar el Coloquio de brujas #1

Transcripción completa del coloquio

*La transcripción se ha editado por motivos de claridad y fluidez. 

Tania [00:00:02]  ¡Hola desde Barcelona a las 2 de la mañana! Y en México y El Salvador, Centroamérica, 7 de la noche. Tenemos nuestro primer Coloquio de Brujas con Laura Aguirre, fundadora de alharaca, socióloga por la Universidad Libre de Berlín. Además, periodista que ha ganado diversos premios, entre ellos el COLPIN y el IDEA. Mi nombre es Tania Pleitez soy profesora en la Universidad [Autónoma] de Barcelona, escritora también.  

Tania [00:00:42] Bueno, pues nuestro primer Coloquio de Brujas parte desde un documento que el 20 de enero, compartió la revista Alharaca, que se titula “Principio y líneas generales de actuación contra la agresiones y acosos sexuales en espacios literarios y artísticos centroamericanos”. 

Tania [00:01:03] Este documento base está aún trabajándose y en proceso de creación, y uno de los objetivos de publicarlo en alharaca, precisamente, es para ventilar el tema del acoso, para recibir retroalimentación, para recibir críticas también en comentarios y, por supuesto, socializarlo, en otras palabras. Necesitamos tener un documento sólido, de alguna forma, para que empecemos a enviarlo a diversos espacios profesionales de la cultura. Pero creemos que este documento no sólo se debe de quedar en los espacios culturales, porque es un problema que atraviesa a diversos espacios sociales, y por eso estamos aquí conversando con Laura. 

Tania [00:01:56] Y bueno, Laura, quizás, para empezar la conversación, por qué en el primer momento, cuando recibiste el documento, te pareció que era importante publicarlo y ventilarlo a nivel social. Por qué te parece que es importante que hablemos del acoso y de las agresiones sexuales más allá de los espacios profesionales, también en los espacios privados, o en los espacios puertas adentro, digamos, de los hogares. Un problema que está realmente enquistado en la cultura a todo nivel social. ¿Por qué crees tú que es importante que empecemos a conversar esto, las centroamericanas o las latinoamericanas? 

Laura [00:02:43] Bueno, primero, gracias Tania. Gracias por el esfuerzo también de estar ahora aquí y, sobre todo, por poner sobre la mesa este tema. En alharaca, nosotros tenemos un compromiso también con el tema de la violencia contra las mujeres y personas de la diversidad, y obviamente la violencia sexual es uno de los muchos problemas que afectan especialmente a las mujeres. En diciembre o noviembre de 2019, publicamos un especial que se llama “¿Por qué no denuncié?”. Y más que fijarnos en hombres específicos, lo que quisimos fue volver la mirada hacia el sistema y platicar con las mujeres, o recibir explicaciones de las mujeres de por qué decidieron no acudir a la justicia cuando sufrieron algún tipo de violencia sexual, violaciones, acosos, agresiones, etcétera. Porque nos dimos cuenta de que una de las cosas que más se le estaba atacando a las mujeres, reclamándole cuando hacían sus denuncias en las redes sociales, es que no acuden a la justicia formal. 

Laura [00:03:53] Entonces, esta fue una de las inquietudes que nos llevó [a darle acogida al documento]. Nosotras estamos, obviamente, del lado de las víctimas, y también creemos que los espacios públicos, como las redes sociales, son espacios legítimos para denunciar públicamente, donde se puede expresar la rabia, donde se puedan expresar frustraciones. Pero también creemos que es necesario abrir espacios para conversar sobre qué más hacer. ¿Adónde llevamos estas quejas, estas denuncias públicas, cuando el sistema de justicia no está respondiendo? Aunque obviamente también nosotras estamos a favor del Estado de derecho y de un fortalecimiento del Estado de derecho. Pero el punto es que vivimos en contextos donde ese Estado de derecho, a través de su sistema de justicia, no está respondiendo a las necesidades de la mujer, incluso cuando ya hay definiciones legales de estos delitos. Entonces, por eso también es que creo que tener un documento, aunque no está acabado, como el que ustedes han propuesto, es un punto de partida muy importante porque nos da ideas concretas de dónde empezar a platicar y de dónde empezar a discutir, porque como bien lo decía en el artículo que leímos, de Plaza Pública, las mujeres no sólo somos emociones, las mujeres también somos seres racionales, intelectuales, que tenemos capacidad para hacer propuestas. Así que, por eso, en un primer momento, yo agradezco que hayan hecho y trabajado este documento como una base para discutir posibilidades de acción. 

Tania [00:06:05] El Estado de derecho es una vía, pero existen otras vías de reparación para la persona agredida. Pero en ese sentido yo creo que es bien importante, como estamos hablando de fronteras a veces bien delgadas, que podríamos decir qué es el acoso, ¿verdad? Intentar de alguna forma perfilarlo, o más bien, tal vez la pregunta sería: ¿Qué no es el acoso? Es decir, cómo sabemos cuando nos estamos enfrentando a esa situación. ¿Es posible caracterizarlo realmente o crees todavía que nos falta un concepto?

Tania [00:06:56] No es necesariamente, digamos, imperativo que sea una caracterización cerrada, sino que más bien es algo que se está trabajando todavía. ¿Cómo lo ves tú esto? 

Laura [00:07:10] Bueno, antes de que sigamos la conversación, quiero saludar a Paty. Hola, te presento a Tania. 

Laura [00:07:20] Ahorita estamos comenzando la conversación y obviamente si querés intervenir, hacer aportes o preguntas, súper bienvenida. 

Laura [00:07:30] Lo que ahorita Tania me está planteando es qué hacemos para definir el acoso, [00:07:35]si es necesaria solamente una definición legal, o cómo hacemos para también distinguir esas otras cosas que no, o para nombrar esas otras actitudes o conductas que no están dentro de las definiciones legales. [13.6s]

Laura [00:07:49] Yo soy de la opinión que obviamente [00:07:52]se necesita una definición legal, porque, que las conductas estén nombradas penalmente, pues son una herramienta. Pero como ya lo hemos dicho y se ha dicho, el sistema penal no es suficiente [17.7s], y de hecho no está escrito en piedra. Tiene que ir evolucionando, y no creo, en lo personal, [que es una definición cerrada], y también por los casos que se han visto últimamente, como el caso de Rodríguez Pellicer en Guatemala, como los casos de otros hombres que han salido señalados en Estados Unidos, etcétera. [00:08:35]Hay muchas, muchas actitudes, muchas aún no están definidas como un delito, pero sin embargo hicieron sentir incómoda, o hicieron sentir violentada, a la mujer. [13.0s] Entonces, ¿qué hacemos con eso? 

Paty [00:08:51] Donde, de hecho, para sumarme a esta pregunta, yo creo que sí, como parte de los objetivos, no sé si está enunciado, pero el documento [00:09:05] es eso de visibilizar. Y [1.6s] una primera herramienta es esta redacción y [00:09:12]todo lo que plantea el documento ya sirve para visibilizar. ¿Y [4.0s] por qué hago hincapié en esta parte de visibilizar? Porque precisamente como hay matices y, de hecho, lo subrayé en algún momento en mi copia del documento, por ejemplo, [00:09:29] la parte del maltrato psicológico es cómo evidenciarlo. [3.7s] O sea, desde lo que yo escribo, o a veces comparto, a veces ni siquiera publicado, pero eso es un poco mi pelea. Que hay un montón de cosas que funcionan con matices, que no se ven. Por ejemplo, en el discurso público, que normalmente usa lo civil, como las protestas, [00:10:01]no se muestra que el impacto puede durar años. [6.2s]

Tania [00:10:07] Décadas, incluso. 

Paty [00:10:09] Aja, años, décadas, y la relación con el abusador se puede tornar, se puede … O sea, los efectos del acoso se pueden asociar hasta personas que no son el acosador. Son todos esos niveles, que hablaba Tania, de cómo caracterizar. Tiene mucho que ver esto con las partes invisibles. En otra parte del documento se hacía referencia a los grises. [00:10:48] Entonces creo que la caracterización tiene que ver con estos grises,  y este aspecto psicológico es una de las áreas que nos compete tratar. [7.7s]

Laura [00:11:05] Quiero poner un ejemplo de un caso de acoso que llegó a nosotros; tenía que ver mucho con eso. Era un proceso de un par de años de acoso, el acoso dentro del espacio laboral de un hombre que construyó una relación de confianza con la mujer y ella no se dio cuenta, hasta tiempo después, lo incómodo que esta relación se le hacía a ella, porque además este hombre estaba en una posición superior, de poder. No era su jefe directo, pero él la hacía sentir como que le hacía favores, que él la apoyaba y luego la celaba, y luego hacia un montón de cosas para que ella se sintiera como acorralada. Hasta que ya no pudo más. ¿Qué es lo que le ayudó a ella? Y quizás ahí relacionar un poco con qué podemos hacer entonces. Algo que a ella le funcionó y que lo ayudó mucho fue que, debido a que salieron otras denuncias de acoso dentro de la organización donde ella estaba, se instauró un grupo de ayuda psicológica, y era un grupo, no era como una psicóloga para cada quien, sino que más bien fue hacer un grupo de cualquier mujer que quisiera expresarse. Y esto la ayudó bastante a ella y a las otras, porque primero le ayudó a tomar conciencia de qué es lo que realmente le hacía sentir mal. No es que ella no sabía que algo estaba mal, solo lo que no sabía cómo nombrarlo ni como caracterizarlo. 

Tania [00:12:51] Sí, claro, porque digamos, al nombrarlo es como que se vuelve evidente. Entonces, quizás otro de los aspectos que es importante que conversemos y que nos preguntemos es ¿cuáles son las formas de acompañamiento? En esta situación tú dices que fue una ayuda psicológica grupal, ese podría ser una forma de acompañamiento. Pero, ¿creen que pueden haber otras formas de acompañamiento? ¿Cómo podemos crear, digamos, una especie de cordón humano entre nosotras? ¿Cómo podemos acompañarlos? ¿Cómo podríamos romper esas barreras que a veces nos dividen? Cómo podríamos crear una especie de acompañamiento, pero que tampoco caigamos en lo que decía el texto, sin caer en el tópico de creer de que sólo porque estamos juntas las mujeres, no van a haber a veces fisuras. A veces si la hay. Entonces, [00:14:29]¿cómo trascender esas fisuras? ¿Cómo trascender los desacuerdos para realmente establecer un acompañamiento que tenga impacto? [10.3s] O simplemente es partir de la idea de que no todo va a ser perfecto y vamos aprendiendo en el camino. También puede ser otra realidad que tenemos que asumir. [00:14:51] Cómo ven ustedes esto del acompañamiento, que a mí me parece algo vital, precisamente por lo que antes hablábamos, de que el Estado de derecho a veces no responde. ¿Cómo es entonces, cómo creamos otra vía de denuncia? [20.4s]

Paty [00:15:13] Aprovechando la lluvia de ideas, a mí se me ocurre que [00:15:17]este formato open source, [en el] que tenés los enunciados como base, compartidos, pueden generar luego, específicos a ciertos sitios, ciertas acciones de comunicación. [15.8s] Quizás lo veo así porque soy comunicadora porque, por ejemplo, creo que lo que habla Tania entra en la parte de prevención. Porque, como veníamos hablando [00:15:45], de cómo el acompañamiento [se da ante] los efectos, la prevención puede ayudar a caracterizar, hablar y que se apropien un poco de este discurso de señalar. [11.8s] Y, por ejemplo, para ilustrarlo de alguna manera, yo estoy trabajando con un centro cultural aquí en Guatemala, y no se ha hecho todavía, pero se están trabajando ciertos mensajes como campaña interna en señalética externa hacia los que trabajan, que son varios socios distintos que ocupan este espacio, y los personas que transitan cuando hay eventos. [00:16:22]Y es una campaña no al acoso. Claro que son un montón de mensajes claves que señalan… [6.9s] porque han habido problemas. O sea que, por ejemplo, para contarles un poco el contexto ahí. Hay una conversación de acoso porque se encuentran en los discursos que estas chavas que trabajan aquí, son muy pesadas. ¿Por qué? Porque los hombres que llegaron de clientes eran acosadores. Pero no había algo que le dijera el cliente: “Hola, bienvenido”. Este es un espacio de no acoso y no importa si es piropo, si es vieja escuela, si es anticuado, si le parecen guapas las chavas. Hay barreras, ellas tienen sus límites. Y la consecuencia es que ahí hay choques.  Después se torna la conversación como siempre: quién tiene razón, pero si ella quería, pero si todo está bien. De hecho, por ejemplo, se me ocurrió cuando estaba viendo el documento, cómo hacemos para que esta información se maneje en un folder. 

Laura [00:17:50]  [00:17:52]Nosotros también con unas colegas periodistas estamos hablando de hacer una iniciativa que a partir de las vivencias y experiencias puedan construir una especie de manuales.  [12.6s] Puede tener muchas críticas esto, pero lo que hablábamos también alguna vez con Tania es que, más allá de las leyes, que sí son necesarias, lo que [00:18:17]necesitamos es un cambio en los códigos culturales y de conducta. [3.7s] Como vos decís, hacer estas señaléticas. Estas son las normas de conducta en este lugar. Yo creo que también para que la pregunta deje de ser por qué el cortejo o el acercarse a las mujeres tiene que rayar a veces con el acoso o la violencia sexual, como lo decía nuestra colega Vanessa. Es necesario esos códigos de cambio, de códigos de conducta. Yo creo que es a partir de nosotras que pueden salir.  Bueno, pues propongamos cosas también, de [00:18:54]cómo nosotros nos imaginamos que pueden ser otro tipo de relaciones. [3.5s] Pregunta, preguntan si quiero que me agarrés la mano. Pregúntame, simplemente si quiero. Claro, esto también implica un cambio de códigos en nosotras. Que dejemos de pensar en estas formas que nos enseñaron a gente de mi generación y anteriores, en que bueno, hacéte la difícil, porque si te hacés la difícil, a los hombres les gusta lo que les cuesta, no las mujeres fáciles. Entonces eso también no nos incluye a nosotras. No sólo son códigos que tenemos que cambiar, en los que los hombres tienen que cambiar, sino nosotras. Y eso, por una parte los códigos, pero también a mí me parece importante tener en cada lugar de convivencia, de trabajo y hasta en los hogares, sería necesario, tener estos protocolos conducta, no que sepamos algunas cosas mínimas, como por ejemplo, lo que dice el documento: si hay una denuncia de acoso, lo principal es proteger a la víctima, mientras haya una investigación. Una de las cosas es separar a la víctima del agresor, que necesariamente implica que se le vaya a decir al agresor: “No vamos a llamar a esta mujer porque te denunció”. Y por supuesto, jamás hacer un careo entre ellos. Qué es lo que yo he visto en varios códigos de género que están aplicándose. Entonces, si existen estas cosas, los protocolos y códigos de conducta no funcionan en realidad.  

Tania [00:20:26] Sí. Y ustedes creen que entonces, quizás, para empezar a hacer estos cambios de códigos de conducta culturales… porque buena parte de lo que estemos tratando de hacer con este documento y conversar y ventilar, [00:20:42] también es cierto que existe toda una maquinaria cultural que por medio de sus objetos culturales, sea el cine, la literatura, etcétera, que muchas veces subrayan el estereotipo del cortejo violento, digamos. [15.2s] Entonces, este puede llegar a ser difícil cuando tenemos toda esta maquinaria cultural que está creando imaginarios. Para crear este acompañamiento, o estos cambios de conducta, ¿creen que podríamos crear, por ejemplo, este diálogo entre hombres y mujeres? Es decir, ¿sólo nos tenemos que quedar a conversar con nosotros o tenemos que crear estos puentes para que ellos también puedan contribuir y podamos encontrar algún punto de entendimiento? ¿O creen que tiene que ser algo paralelo, ambas cosas, solo mujeres y luego con ellos? Ellos también [deben] revisar sus masculinidades, que estén conscientes de revisar el tipo de masculinidad que han heredado y que también tienen que trabajar. Aquí hay varios trabajos. En un momento el documento dice de que hay que hablar hasta crear estas campañas de concientización al interior de los espacios [00:22:11] profesionales, y es algo que se tiene que hablar también con los hombres. ¿Cómo lo ven ustedes? [7.3s]

Paty [00:22:21] [00:22:21]Sí, yo creo que sí, en función. [3.7s] O sea, hay un montón de cosas, como hay un montón de aristas. Por ejemplo, cuando decías como imaginarios, se me ocurría que hay un estereotipo, que regresa, que alimenta la normalización de un montón de cosas, como que en el medio todos se acuestan con todos. [00:22:40]Está bien acostarse con mara  pero si hay consenso. O sea, que haya consenso o que haya normas. Hay espacios laborales en donde poder salir por los colegas, hay otros que no. Hay otros en donde sí hay conflictos de intereses. Entonces siempre va a cambiar, como la ejecución de lo que se tenga que dar, como reglas. [22.5s] Yo creo que sí deberían de haber, como por ejemplo, este caso del centro cultural, me parece que desde la institución ya se establecen reglas. No son leyes, como están en lo legislativos, sino que están en lo normativo de este espacio y eventualmente puede influir en los cambios de conducta. Pero como les decía, hay espacios en donde no, no funcionan así. No sé cómo… pero también hay un montón de relaciones profesionales en lo cultural y artístico, en donde no hay una institución como garante, en ese caso sí funcionaría más que los actores fueran parte del diálogo. [00:23:58] Pero, por ejemplo, otra cosa que se me ocurre, que es que me parece como identificarle, es que lo no negociable es el consenso. [9.5s] Digamos, como decía, universal para las relaciones entre hombres, mujeres o mujeres, mujeres y hombres o tres turnos de cómo se [00:24:22] identifiquen. Y lo otro es la jerarquía y el poder. [5.5s] Por ejemplo, el caso de lo que pasó ahorita en Guate con Nómada, que era jefe. Lo que se escucha fuera de los medios y en los espacios de diálogo informal, digamos, es “pero si ellas querían”. Y “sí, también les gustaba”. Y “si igual era una…”. Entonces, pues sí, pero era su jefe

Laura [00:24:57] [00:24:57]Ese es un punto clave. [0.5s]

Tania [00:24:59] [00:24:59]Sí, sí, sí, la relación de poder. [2.2s]

Paty [00:25:04] Esa conciencia del privilegio de la jerarquía. Pues, al final, también hay relaciones de poder entre colegas. Hay influencia desde los empleados, pero no es una jerarquía. Por ende, no hay privilegio. 

Laura [00:25:27] Y por eso es muy necesario que lo hablemos. Que haya espacios en los que hablemos entre nosotras, como este en los que imaginemos también, desde nuestra perspectiva, cómo deberían ser las cosas. Pero también tiene que haber espacio con los otros, con estos hombres, al menos los que están interesado en el tema, porque precisamente les cuesta muchísimo entender esto del poder y de los privilegios. Piensan que están al mismo nivel, si sos mayor que ella 20 años, si sos el jefe. Yo quiero poner un ejemplo que me contaron, también es de un hombre mayor, un hombre de casi 50 años que se asusta por estar a la par de una chica como de 25, porque sabe que esta mujer ha denunciado a alguien de acoso, y entonces se asusta de estar con ella porque tiene miedo de que si está solo con ella, ella se pueda inventar. Y ella estaba como muy coqueta, según lo que me contó alguien más. Es muy coqueta. Y entonces, bueno, y entonces el hombre se asustó y mejor se fue. Y yo le decía a la persona que me lo contó, bueno, quitemos lo del susto, pongámosle que no se asustó. Es un hombre casi 30 años mayor que ella. Sí, eso es lo que tienen que hacer, ve que está la chica y dice “no, yo no quiero ninguna relación con ella”. Entonces yo soy un tipo mayor, no me voy aquí a poner a estar arriesgando que ella se sienta violentada. Entonces yo como hombre mayor vengo y tomo una decisión responsable y me voy a la casa y ya la dejo en paz y que se quede ella bailando. También pueden los hombres tomar esta decisión activa, porque si no, después caemos en esto de que, “no, es que ella estaba súper coqueta, entonces por eso es que ya no hay que hacer el tipo. Pues ni modo, le tocó, verdad. Que esas todavía son las actitudes de algunos hombres, [00:27:37]que pareciera que la responsabilidad solo está en nosotras y que somos nosotras las que tenemos que evitar, las que tenemos que tomarnos, como darnos nuestro lugar. [10.7s]

Paty [00:27:51] Un pequeño paréntesis, pero dentro de lo mismo. Yo escribí un cuento hace un rato, cuando reescribí las cosas. Se trata de un profesor y su alumna, con una diferencia de importancia, supuestamente nunca pasó nada. El objetivo del cuento es caracterizar un poco dos generaciones distintas. La identidad salvadoreña, el contexto y las identidades de género, y estos puentes.  Lo primero era, como es ficción, o sea, hasta risa me da pensar que se trate de un tipo que conscientemente se dio cuenta de su privilegio, de lo que implicaba meterse con alguien menor que él. Entonces él se quitó del camino. De eso se trata en la primera versión. Pero cuando estaba escribiendo, ¿y por qué tanta tensión? ¿Y por qué me decís desde el principio que nunca pasó nada? Y era porque el objetivo de ese texto es que, si te estoy enseñando esos diálogos, esa cercanía, esa botella de vino, esa complicidad de estos mensajes, es si no pasó nada. Pero qué tan correcto es, aunque no pase nada. Y esos comentarios de las cosas que, por ejemplo, yo no tengo la respuesta. Pero, así como estos, hay más matices como este y creo que siempre hay riesgo. Pero es un riesgo que sobre… el riesgo no está en el señor mayor porque no son víctimas los acosadores. 

Tania [00:29:43] Sí, sí, sí, sí. Cómo nombrar aquello que [las mujeres] creen que intuitivamente es un conocimiento también, ¿verdad? La intuición, que siempre ha sido desvalorizada en las mujeres, que no son “seres racionales”. Pero también, por ejemplo, María Zambrano, una filósofa española, ya reivindicaba como una fuente del conocimiento la intuición, pero una intuición llevada a la inteligencia. Lo que ella decía: un sentir llevado a la inteligencia. Es decir, la razón y la intuición trabajando conjuntamente, no hacer una separación cartesiana. Pero entonces, digamos, cómo confiar también en aquello que te hace sentir incómoda, que aunque no lo puedas nombrar, sabes que algo está pasando, sabes que esa situación… Sabes, un olfato. Entonces creo que en ese sentido, y  creo que en el documento hay una parte que dice de que no podemos sentenciar a la agredida cuando dice sentirse agredida, porque es algo subjetivo, porque también nos han construido patriarcalmente, qué y qué no es algo, que no pasó nada, no pasó nada físico, a veces no tiene que ser que te tocó, sino que también puede ser lo que tú decías, también la parte psicológica, no nos olvidemos. Es decir, despertar ciertas alarmas dentro de ti. Es sentirte incómoda. Porque creo que ese, digamos, es como el matiz que a veces se nos escapa, porque no [siempre] hay una concreción en el espacio material, digamos, o en el cuerpo. Entonces, bueno, yo creo que eso me lleva a pensar también en todo lo que estamos hablando del abuso de poder y las jerarquías y etcétera. En esa particularidad, y esto ya lo habíamos hablado también con Laura. La particularidad de los campos culturales o del periodismo, en donde hay un capital simbólico y no sólo económico, es decir, el reconocimiento y el prestigio: “Ya te publicaron la columna, ya te publicaron en el periódico”. No solamente tiene que ver con un capital económico como en otros lugares. Entonces, ¿cómo esta característica del capital simbólico, estas particularidades, hacen que esas relaciones de poder se vuelvan un poco más opacas? Por qué digo que se vuelven más opacas, porque están esos imaginarios que tú dices: “Sí, en el mundo cultural, pues no seamos tan puritanos, no seamos, lancemos, vivamos nuestro cuerpo, somos artistas, verdad, etcétera, etcétera.” Y qué pasa si dentro de estos espacios, por ejemplo, en el mundo del teatro en El Salvador… No sé si recuerdan [que en] 2016, salió ese reportaje sobre 16 artistas que denuncian estas situaciones dentro del teatro, como se usa mucho el cuerpo cuando hacen los ejercicios; y de cómo algunos de estos dramaturgos, directores de teatro, las tocaban mientras hacían los ejercicios. ¿Cómo nombrar eso sin caer…? Cómo romper el miedo a decir “mirá, me sentí incómoda y no me gustó lo que hiciste, no soy cursi al decirlo, no soy exagerada. Y sí, estoy enojada porque me hiciste esto, me manipulaste”. Es decir, cómo perder nosotras, las mujeres, el miedo. Cómo enfrentarnos a esos espacios opacos y a esta particularidad de nuestro campo cultural. Creo que necesitamos hablarlo, porque creo que esto nos ha pasado a todas. 

Paty [00:33:53] Por ejemplo, lo que tú dices, lo que se me ocurre, para ver un posible resultado, es poder exponer cómo plantear, escribir, mostrar que sí, que si me alejo no soy menos mujer, o si yo grito o si estoy brava. No soy menos mujer. O sea, para mí está en la misma categoría de lo que decía Laura. De que hay que hacérsela difícil. Son paradigmas de las feminidades, que se tienen que también romper, cambiarlos. Podrían como sumarse a este cuadro de una cultura de no acoso. Por ejemplo, lo que le decía a la hora de comer, las muelas son difíciles de agarrar la mano. Por qué aguantarse tantas, tantas situaciones o solo porque son opacas, pero creo que también es porque la norma es … Algo que me decía una vez alguien que había estado en un taller de autodefensa femenina. le estaba enseñando a su sobrina algo muy básico que es gritar, porque no podés gritar. Tenemos que gritar. La voz, el cuerpo, las reacciones. Si las haces de otra forma, entonces ya no sos mujer. 

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